viernes, 7 de marzo de 2014

EL REGRESO DE TITMUSS (JOHN MORTIMER)



Hace ya unos cuantos años que llegan a las librerías buenas noticias en forma de las coloridas y cuidadas ediciones de Libros del Asteroide. Gracias a ellos hemos podido disfrutar en castellano del genial Robertson Davies, el soberbio Wallace Stegner, la ácida Ann Beattie, entre otros, y, desde el año pasado, John Mortimer. Precisamente este último es el autor de El regreso de Titmuss, que trae de vuelta a algunos de los pintorescos pobladores del Rapstone de Un Paraíso inalcanzable, sobre la que aquí les hablamos hace algún tiempo.


El tiempo ha pasado y aquel niño relamido, chivato y antipático que hizo carrera en el partido conservador durante el thatcherismo más férreo y que se convirtió en el sorprendente beneficiario del testamento del párroco socialista del pueblo, se halla mejor que bien situado en el Ministerio de Territorio, Urbanismo y Fomento. Como maniobra para atraer a Jenny Sidonia, futurible esposa, adquiere la mansión de Rapstone Manor. Los especuladores, sin embargo, esperan su momento para convertir la mansión, el pueblo y su salvaje reserva natural en un adocenado parque temático rodeado de parkings y centros comerciales. Lo que sigue, claro está, es el conflicto de intereses entre la tradición y las raíces, por un lado, y las neoliberales convicciones políticas, por otro; no muy acusado, eso sí, pues El regreso de Titmuss es, ante todo, una comedia, donde el otrora repelente Titmuss casi llega a caernos simpático y donde todos acaban consiguiendo, más o menos, aquello que se merecen. 

En el camino vuelve a brillar Mortimer como un gran pintor de caracteres, a los que trata a un tiempo con afecto y sin piedad y ello redunda, faltaría más, en diversión a raudales para el lector. De hecho, a quien desde aquí les habla poco más le queda por decir salvo el no por consabido menos entusiasta ¡lean, lean!


 



2 comentarios:

Zazou dijo...

Disfruté con la primera como una cría con un juguete. Me encantó la causticidad del humor de Mortimer y espero volver a disfrutar con este a no mucho tardar.

Lockhart dijo...

Yo disfruté como un enano con el primero y con el segundo, típico humor inglés.