martes, 2 de abril de 2013

LAMENTACIONES DE UN PREPUCIO (SHALOM AUSLANDER)



Mucho es lo que ha llovido desde que Henry Roth pusiera en negro sobre blanco los problemas de adaptación de la primera generación de judíos llegados al Nuevo Mundo procedentes de Europa Oriental; un largo camino de hitos con nombres señeros como los de Malamud, Bellow y, sobre todo, Roth, Philip Roth. Una gran deuda con la obra de este último es la que ha contraído Shalom Auslander con su gamberra Lamentaciones de un prepucio, publicada en España por Blackie Books hace ya un par de años y ¡al fin! leída por una servidora el pasado mes, aunque, claro está, no tuve tiempo de contárselo en su momento. Desde la temprana Goodbye, Columbus! hasta la muy tardía Indignación, pasando, por supuesto, por El lamento de Portnoy, no hay duda de que Auslander ha leído y asimilado a Roth antes de narrar las gamberras y descacharrantes desventuras de su propio “yo”, criado y educado en una familia y yeshiva ultraortodoxas. Como los héroes de Roth, Auslander se debate entre la lealtad a una familia solícita pero castrante y la frustrada necesidad de emanciparse de un Dios vengativo y cruel, bromista y cabrón como pocos. Como muestra, unos cuantos botones sacados lo mismo del Antiguo Testamento que de la propia peripecia vital, con los que el autor demuestra que el humor no está excluido de la literatura seria y que ésta, si de verdad quiere serlo, no puede andarse con miramientos ni tapujos morales y convencionales. Así que ya saben... lean, lean...